martes, 9 de septiembre de 2008

La Iglesia Céltica en el norte de Lugo

Capital de las tierras de los bretones en los primeros siglos del Reino de Galicia, la villa de Bretoña recuerda orgullosa los años de esplendor como cabecera religiosa y política de la provincia bretoñesa.

Los bretones de Galicia

De los siglos IV al VII, millares de celtas de la provincia romana de Britannia abandonan su isla natal por las invasiones de los sajones, anglos y jutos. La mayoría de ellos se asentaron en la Península de Armorica, creando el floreciente Reino de Bretaña, mientras tanto, un grupo más reducido se dirigió a Gallaecia, donde fundaron un Obispado-Provincia de gran influencia que perduró hasta la eliminación del Reino de Galicia en el siglo XIX.
Los nuevos que llegaban se asentaban en la costa desde Ferrol hasta el Navia, estableciendo su sede en Bretoña y participando en la política del Reino gracias a sus privilegiadas relaciones con el Obispado de Dume, capital del Reino Galaico-Suevo en la época. Destruída la capital de Dume en la anexión visigoda, los notables del Reino se refugiaron temporalmente en casas de los bretoñeses, que trasladaron su capital a San Martiño de Mondoñedo, tras ser destruída la villa de Bretoña en la invasión viquinga de 966-971, siendo posteriormente reconstruida.
En el siglo XII, el oriente de Britonia es cedido al Obispado de Oviedo y paulatinamente la denominación del Obispado-Provincia de Bretoña y de sus tierras cambia a "Mondoñedo", desapareciendo ya formalmente su primer apelativo en el siglo XIII, hasta esta época se mantenian como gentes diferenciadas a los britones, por sus tradiciones y orígenes, conviviendo con los galaicos. La original sede de Britonia se constituye en 1821 como Ayuntamiento de Vián, para pasar a ser desde 1840 Tierras de A Pastoriza.
Los britones-gallegos o bretoñeses gozaron de una extraordinaria importancia en los primeros siglos del Reino de Galicia. Políticamente, apoyaron activamente a los obispos de Lugo y la Casa de Traba, educadores y consejeros de reyes asturianos y gallegos. Religiosamente, reforzaron la Iglesia Celta de Galicia, modelo organizativo de cristianidad medieval propio de Irlanda, Escocia y la Britannia celta, Armórica y Gallaecia. Culturalmente, los bretoñeses se integraron a prisa tanto por la pertencia a la común familia étnica como por el uso de la misma lengua vehicular, el Latín, a nivel escrito. A nivel oral los de Britannia influyeron sobre la lengua gallega de su área de asiento, origen del Dialecto Mindoniense.

El Monasterium Maxime de Bretoña

La iglesia parroquial de Santa María de Bretoña es el único vestigio conservado de la antigua capital de los bretones durante los primeros siglos de la Edad Media. Bien que la edificación reciente, el tiempo actual fue levantado sobre las ruínas del antiguo monasterio principal de las tierras de Britonia, y conserva varias piedras de la primigenia edificación, como la cabeza del angel en la entrada a la torre del campanario.
Unas excavaciones realizadas en los años 1970 dejaron a la luz la extensa estructura del original monasterio, se descubrieron varios sepulcros nobles, estancias, y divisiones, siempre cubiertas de una capa de ceniza en recuerdo del terror viquingo que había destruído la principal fuente de poder bretón en Galicia.
Un paseo por el inmediato alrededor de la iglesia parroquial nos situará sobre las dependencias del Monasterium Maxime, desde donde se aprecian los muros del castro en el que se situó el emplazamiento monacal. Otros monumentos antiguos de interés en Bretoña son la Casa del Obispo y la Casa del Pazo, antigua propiedad de Pelaio Rei de Galicia, monarca afamado por su victoria sobre los musulmanes en la Batalla de Covadonga.

La Fiesta Celta de Bretoña

Bretoña es una villa orgullosa de sus orígenes y de su futuro, como principal cabecera agrícola-ganadera de la comarca. Numerosas asociaciones dinamizan la vida cultural de la parroquia, como es el caso de la Asociación Auruxeira, organizadora de la Fiesta Celta, o de la Irmandade Galiza-Bretaña, promotora de intercambios económicos y culturales entre las dos celtias continentales.
La Fiesta del Lugnasad de Bretoña se celebra cada verano en el meigo coto de la Auruxeira, con masiva asistencia de bretoñeses de toda la antigua provincia, música celta, licor Mailoc y sorteo de un jabalí. En el Campo del Oso va una sonada Rapa das Bestas. El coto de la Auruxeira es otra vez sosegada área de ocio, pudiendo apreciar el céltico conjunto escultórico del artesano bretoñés Iván Alvite.
Otra plácida área de ocio es la de Fonmiñá, considerada el primer tramo del río Miño tras nacer en Irimia, que cuenta con la veneración escultórica de Paz Picallo al padre de los ríos gallegos. Una subida al Monte Carracedo permite el más privilegiado panorama de las tierras de los bretoñeses, desde Bretoña y la Terra Chá hasta El Masma y Foz, y desde A Bobia y Los Ancares hasta O Xistral y O Valadouro.

Herencia genética
Recientes estudios de Y-DNA revelan que una alto porcentaje de la actual población de los municipios limítrofes A Pastoriza (donde se encuentra la parroquia de Bretoña) presentan el haplogrupo R1b1b2 encontrándose gran número de británicos e irlandeses que tienen los mismo marcadores, por lo que se puede concluir que la población bretoñense procede de las islas británicas. La explicación se encuentra en la transmisión del cromosoma Y de padres a hijos, las mutaciones en ciertos locus son muy lentas mientras en otros más rápidas, permitiendo estimar el número de generaciones que han transcurrido desde el antepasado común hasta sus actuales descendientes.
En cuanto a la herencia matrilineal, el haplogrupo T5 presenta una gran frecuencia, siendo este grupo importante en Irlanda, la "T" viene de "Tara", esta colina fue el centro político y espiritual de Irlanda hasta el siglo XII.

Asentamientos Britones en el siglo VI

Britonia is the historical name of a settlement in Galicia (northwestern Spain) which was settled in the late fifth and early sixth centuries by Romano-Britons escaping the advancing Anglo-Saxons who were conquering Britain at the time. Britonia is therefore similar to Brittany in Gaul in that it was settled by expatriate Britons at roughly the same time.
What little is known of Britonia is deduced from its religious history. The British settlements were recognised at the Council of Lugo in 567 and a separate bishopric established. Bishop Mailoc signed the acta of the Second Council of Braga in 572. The British Celtic settlements were quickly absorbed however and their adherence to Celtic Christianity lasted only until the Fourth Council of Toledo in 633 where they accepted Roman Catholic orthodoxy. The see of Britonia existed at least until 830 when the area was attacked by the Moors; it may have continued as as late as the Council of Oviedo in 900. It was finally merged with the see of Oviedo and Mondonedo.
Known bishops of the ecclesia Brittaniensis:
Mailoc (Second Council of Braga, 572)
Metopius (Fourth Council of Toledo, 633)
Sonna (Seventh Council of Toledo, 646)
Susa (Eighth Council of Toledo, 653)
Bela (Third Council of Braga, 675)

Sources
Richards, Melville, "Mailoc", Habis, III, 1972, p. 159.
Tovar, António, "Un obispo con nombre británico y los orígenes de la diócesis de Mondoñedo", Habis, III, 1972, pp. 155-158.
Vives, J., Concilios visigóticos e hispano-romanos, Madrid, 1963.
Young, Simon, The Bishops of the early medieval diocese of Britonia (forthcoming).
Young, Simon, "Note on Britones in Thirteenth-century Galicia", Studia Celtica, XXXV (2001), pp. 361-2.
Young, Simon, "The Forgotten Colony", History Today, L, oct. 2000, pp. 5-6.
Young, Simon, "Britonia: Camiños Novos", Noia, 2002. ISBN: 84-95622-58-0. (in Galician)